
Esas creencias que desde muy pequeño te han acompañado y están tan arraigadas a tus comportamientos y decisiones actuales; y así lo quieras o no, son las responsables de tu estado presente de salud, valdría muy bien la pena que las cuestionaras y emprendieras los cambios necesarios para alcanzar tu bienestar y el de las personas que te rodean.
Tus creencias, son pensamientos que influyen en tus sentimientos, en tus acciones y que finalmente determinan tu comportamiento. Este condicionamiento lo conoce muy bien El negocio de la Industria Alimentaria, y sin importarle en lo más mínimo tu salud, te vende paquetes de alimentos que carecen de nutrientes, que al gusto son exquisitos, pero que no le aportan sino enfermedad a tu cuerpo. Todo muy bien presentado, que llama visualmente a la compra, con colores sugestivos, con sabores umami, que le gustan a tu paladar, con aditivos químicos, con preservantes y conservantes, que lo único que te proporcionan son enfermedades cardiovasculares, diabetes, hipertensión, altos niveles de colesterol, cáncer y su sinnúmero de patologías que sólo traerán a tu vida dolor y sufrimiento. Es el momento de reflexionar, de comenzar una dieta (entiéndase como estilo de vida), que abandone los viejos hábitos y esté orientada a buscar lo saludable.
Si lo que buscas es:
- Tener menor riesgo de cáncer de próstata, mama y otros tipos de cáncer
- Prevenir, incluso revertir, las enfermedades cardíacas
- Prevenir y tratar la diabetes
- Perder peso y tener más energía
- Vivir más tiempo
…y mucho más.
Te propongo una alimentación basada en plantas. Es decir, regresar a lo natural, al consumo de vegetales y frutas, de semillas, de cereales integrales, de leguminosas, es que te enamores del color del sol de una naranja, del verde intenso del brócoli, a las formas, a los aromas, a saber que la vida también se construye a partir de lo que comes, ¿Con quién comes? ¿Por qué comes? ¿Cuándo comes? ¿Dónde comes? Porque la salud es un paso a paso, es la conquista de ti mismo, es volver a sentir armonía en tu ser, es descubrir el valor de los alimentos que nos construyen y tomar conciencia de lo que nos destruye. Es ir hacia adentro de ti mismo, es navegar por tus sueños, es despertar a una alimentación que nos nutra y nos libere. Es tu decisión, eres el único responsable de ti mismo.