Las palabras más felices y las palabras más tristes
Hoy, al comienzo de un Nuevo Año quiero compartir contigo una pregunta que le hizo un discípulo a su maestro y cuya respuesta es el inicio de perder el miedo y de empezar a actuar.
El discípulo le dice al maestro: Maestro, a que no me cuentas la historia más feliz del mundo con seis palabras. El maestro se quedó mirándolo con sabiduría y le respondió: Recuperó su cielo y pudo volar.
A que no me cuentas la historia más triste del mundo con cinco palabras: Tocó fondo y siguió escarbando.
A que no me cuentas la historia más feliz del mundo con cuatro palabras: Soy mi propio hogar.
A que no me cuentas la historia más triste con tres palabras: Te quiero, pero…
A que no me cuentas la historia más feliz del mundo con dos palabras: Yo también.
A que no me cuentas la historia más triste con una palabra: Hubiera.
Al final, te quedarás con tus silencios, tus pausas y tus acciones.
¿Cuáles son
tus palabras más felices y tus palabras más tristes y por qué?